Una cámara espía es un dispositivo de grabación oculto o camuflado, diseñado para captar imágenes o vídeo sin ser detectado. Su principal característica es pasar desapercibida, integrándose en objetos cotidianos o siendo de tamaño muy reducido.
Características principales:
Diseño discreto o camuflado: pueden estar integradas en objetos como relojes, bolígrafos, enchufes, detectores de humo, cargadores USB, gafas, etc.
Grabación en secreto: muchas veces sin luces visibles, sin ruidos, y activación por movimiento.
Almacenamiento local (microSD) o en la nube.
Alimentación por batería o conexión directa a corriente.
Algunas permiten visualización en tiempo real por WiFi o red móvil (4G).
Usos comunes (legales y éticos):
Supervisar a cuidadores, niñeras o personal doméstico.
Seguridad del hogar o del coche de forma discreta.
Prevención de robos en oficinas, almacenes o habitaciones.
Monitorización remota de personas mayores.
Importante:
El uso de cámaras espía está regulado por leyes de privacidad. En muchos países, grabar a alguien sin su consentimiento puede ser ilegal, sobre todo si se hace en lugares privados o sin justificación legal.
Siempre debes asegurarte de cumplir la normativa local sobre videovigilancia y protección de datos.
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