Una cámara IP (Internet Protocol) es un tipo de cámara de videovigilancia digital que transmite imágenes y audio a través de una red de datos, como una red local (LAN) o Internet. A diferencia de las cámaras analógicas tradicionales, no necesita un grabador físico (DVR), ya que puede funcionar de forma independiente y permite acceso remoto.
Es una solución moderna, flexible y eficiente para videovigilancia, que permite ver en directo o grabar eventos desde cualquier lugar, sin necesidad de un sistema cerrado ni cuotas mensuales (según el modelo).
Características principales:
Grabación digital en tiempo real
Conexión por WiFi o cable Ethernet (PoE)
Visualización desde el móvil, tablet o PC
Almacenamiento local (microSD), en la nube o en NVR (grabador de red)
Funciones avanzadas: detección de movimiento, notificaciones, visión nocturna, audio bidireccional, etc.
Alimentación: por corriente eléctrica o a través de PoE (Power over Ethernet)
¿Dónde se usan las cámaras IP?
Hogares: vigilancia de puertas, jardines, interiores, bebés, mascotas.
Negocios: control de oficinas, almacenes, comercios o parkings.
Entornos rurales o remotos: usando conexión 4G o routers con tarjeta SIM.
Vigilancia remota: en segundas viviendas, trasteros, fincas, caravanas.
Ventajas:
Acceso desde cualquier lugar con conexión a Internet
Fácil instalación y configuración
Alta resolución (HD, 2K, 4K) y funciones inteligentes
Seguridad mejorada mediante encriptación
Compatible con sistemas domóticos y asistentes de voz (Alexa, Google Home)
Tipos comunes:
Interior vs. exterior (resistentes al agua y al clima)
Fijas vs. PTZ (con giro, inclinación y zoom)
WiFi vs. PoE (dependiendo del tipo de instalación)
Con o sin audio bidireccional
Social Contact